Mural en recuerdo del Gitano Osvaldo Rodríguez y de su canción más famosa dedicada a Valparaíso, junto a la librería Orellana, en la calle Esmeralda. Valparaíso 2010. Hoy no hay ni mural ni librería, aunque la calle siga siendo tan populosa como entonces. La sigo recorriendo en las páginas que releo, reescribo, revivo.
Álvaro Bisama, un afortunado biógrafo de Pablo de Rokha, tiene un buen artículo sobre esa librería insondable desaparecida. No sé quién me dijo que era la librería de la familia del pintor Gastón Orellana, un fantasma casi hoy día, que anduvo por el Madrid de los 50/60 y pasa por las páginas memorialísticas de Francisco Umbral, y a quien no sé por qué relaciono con Roberto Godoy, aquel chileno que pululaba a la sombra de Editora Nacional o aledaños, a finales de los setenta.
«Pero este puerto amarra como el hambre. No se puede vivir con conocerlo»
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