Otoño de Baztangoiza desde Zamarrenea, de Arizkun. Los días corren que se las pelan. Los aguaceros no nos han dado respiro. Apenas vimos y escuchamos las grullas un día, justo antes de las borrascas. Como ya no escribo artículos dominicales, he dejado de asomarme a los periódicos, algo que ya sospechaba, de modo que me entero de manera muy relativa de lo que pasa lejos y cerca porque es vomitivo. Estoy con Chirbes cuando dice que es mejor admitir que tú al menos no puedes drenar ese cieno público, ni poco ni mucho. Contento con que puedas refugiarte en un salvavidas de cabecera, como la filosofía y el jardín, que propugnaba Voltaire en Cándido (con todas sus variantes y actualizaciones). El alcance de lo que pueda escribir es tan limitado, que mejor intentarlo de otra forma. ¿Egoista? Sin duda. Pero lo prefiero a disfrazarme de Espartaco de descampado.
Agur. Bonitas fotos 😇🙏
Me gustaMe gusta
Pingback: Otoño de Baztangoiza desde Zamarrenea de Arizkun — vivirdebuenagana – Conavegación | Blogosfera
Dejar de leer los periódicos es un éxito, sin duda…
Me gustaMe gusta